La transición hacia la movilidad eléctrica a nivel mundial, consecuencia de la necesidad de reducir la contaminación provocada por el tráfico de vehículos de combustión, ha contribuido a que los vehículos eléctricos vayan ganando más peso en el mercado. Europa está viviendo un desarrollo exponencial - aunque con distintos niveles de penetración de la movilidad eléctrica según el país. Una movilidad más sostenible y la descarbonización son temas prioritarios para la UE.
Reglamento sobre Infraestructuras de Combustibles Alternativos (AFIR)
El Parlamento Europeo y el Consejo están trabajando para crear leyes que faciliten el uso del vehículo eléctrico, como es el caso del Reglamento sobre Infraestructuras de Combustibles Alternativos, que aunque aún no está disponible, ya se ha comunicado parte de su contenido. Estas nuevas normas formarán parte del paquete “Objetivo 55” (“Fit for 55 Package”) que pretende conseguir para 2030 la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% con respecto a 1990.
La finalidad de este nuevo reglamento es dar servicio al parque de vehículos eléctricos que se prevé, aumentando y mejorando la infraestructura de carga pública. Así se conseguirá, además, rebajar la tensión que experimentan algunos usuarios de los vehículos cero emisiones cuando se enfrentan a un viaje de largo recorrido, la conocida “ansiedad de autonomía”. Esta medida, sin duda, impulsará aún más el mercado del vehículo eléctrico.
Puntos de carga cada 60 km para vehículos eléctricos ligeros
A partir de 2026, los vehículos ligeros, como coches o furgonetas, podrán recargar como mínimo cada 60 km en la principal red de carreteras de la Unión Europea.
Este mismo requerimiento de puntos de carga rápida cada 60 km será obligatorio en 2030 para recargas de vehículos pesados (más de 3.500 kg), como camiones o autobuses, pero solamente en la red básica de la TEN-T. En la red secundaria se establece una distancia máxima entre estaciones de carga de 100 km.
Para poder conseguir este objetivo en 2030, se fijan otros objetivos del 15% para el 2025 y del 50% para el 2027.
Es posible que se contemplen algunas excepciones en regiones muy periféricas, islas o vías muy poco transitadas.
Estaciones de carga con potencia mínima de 400 kW
Estas estaciones de carga cada 60 km deben ser accesibles a todas las marcas de vehículo y deben disponer de una potencia mínima de 400 kW para 2026. Es decir, que todos los cargadores en una estación de carga deben sumar al menos 400 kW. Además, se establece un objetivo de potencia de carga mínima de 1,3 kW por coche eléctrico.
El objetivo para 2028 es aumentar esa potencia mínima hasta 600 kW. Así que, para una estación ya existente con potencia de 400 kW, deberían aumentar la potencia de sus cargadores o el número de cargadores.
En el caso de los vehículos pesados, la potencia de carga de la estación será de 1.400 kW a 2.800 kW, en función de si es una carretera principal o secundaria.
Pago con tarjeta bancaria en las estaciones de carga
Para facilitar aún más el uso del vehículo eléctrico, otra de las obligaciones que se contemplan en la nueva ley europea es la de garantizar un pago más fácil y cómodo en los puntos donde se realice la recarga. De este modo, se establece que en puntos de carga de más de 50 kW se pueda realizar el pago con tarjeta bancaria, mientras que para los puntos de hasta 50 kW el pago se podrá realizar a través de aplicaciones móviles y códigos QR.
Publicación del precio de la electricidad en el punto de carga
Al igual que ocurre actualmente con los combustibles, se deberá indicar de forma clara el precio de la electricidad disponible, ya sea por kWh o por minutos empleados en la carga. El precio ha de ser asequible y comparable.
Los puntos con potencias superiores a 50 kW emplearán solamente una tarifa por energía suministrada, aunque podrán cobrar por el tiempo de ocupación del punto una vez finalizada la recarga.
Los cargadores con potencias hasta 50 kW podrán fijar sus tarifas según kWh suministrados o minutos empleados en la recarga.
Estas medidas de información y cobro por la recarga serán de obligado cumplimiento también para las estaciones ya existentes de carga rápida.
La Comisión Europea tiene como compromiso crear una base de datos con combustibles alternativos para 2027, con el fin de proporcionar al usuario la información necesaria que, además del precio, incluya los tiempos de espera.
Un impulso para las infraestructuras de recarga
Las continuas medidas europeas que se van acordando para garantizar una progresiva descarbonización, le van dando alas al desarrollo de infraestructuras que permitan mejorar y facilitar el uso de los vehículos eléctricos.
Son pocos los países que destacan en este sentido y que ya cuentan con infraestructuras para suministrar recargas a los vehículos eléctricos, como es el caso de Países Bajos y Alemania, que concentran casi la mitad de los cargadores disponibles en la Unión Europea, por lo que se estima que otros países donde el vehículo eléctrico toma un importante protagonismo, como puede ser el caso de España, las infraestructuras tengan un destacado crecimiento a corto plazo.
Pendiente de aprobación final
De momento, esta nueva ley europea medioambiental está aún pendiente de su aprobación final por el Comité de Representantes Permanentes del Consejo Europeo y el Comité de Transporte y Turismo del Parlamento, pero supone un paso decisivo hacia un transporte más limpio y ecológico, donde el coche eléctrico es el protagonista.