La recarga del vehículo eléctrico se ha convertido en uno de los pilares fundamentales (por no decir el más importante) de la movilidad eléctrica. Poder recargar es una necesidad, igual que lo es poder realizar esa recarga con total garantía. No obstante, la realidad puede ser muy distinta en cada país y, según los datos recientemente publicados por ACEA (European Automobile Manufacturers Association), demuestran que la densidad de puntos de recarga por cada 100 kilómetros es bastante diferente según la región.
Viajar con un vehículo eléctrico por Europa es totalmente factible, tal y como demostraron varios de nuestros usuarios con los trayectos que realizaron durante este verano, pero la planificación debe ser mayor o menor según la densidad de puntos de recarga. En pocos meses la Unión Europea obligará a los países miembros que haya como mínimo un punto de recarga cada 60 kilómetros en la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T), una necesidad latente y que es más visible a medida que la oferta y demanda de vehículos eléctricos crece.
Los resultados de los datos publicados por ACEA muestran que hasta 10 países ni siquiera tienen un cargador por cada 100 kilómetros en carreteras principales (autopistas, carreteras estatales, provinciales y comarcales), aunque la mayoría de estos países también tienen una cuota de mercado de vehículos enchufables (eléctricos puros e híbridos enchufables) inferior al 3%. Por el contrario, 18 países tienen menos de 5 puntos de recarga por cada 100 kilómetros de carretera, y solo cuatro tienen más de 10 cargadores por cada 100 kilómetros.
Top 5 de países con más cargadores cada 100 kilómetros:
- Holanda (47,5)
- Luxemburgo (34,5)
- Alemania (19,4)
- Portugal (14,9)
- Austria (6,1)
Top 5 de países con menos cargadores por cada 100 kilómetros:
- Lituania (0,2)
- Grecia (0,2)
- Polonia (0,4)
- Letonia (0,5)
- Rumania (0,5)
El caso de España es ciertamente preocupante, ya que cuenta con apenas 1,1 puntos de recarga por cada 100 kilómetros, para una cuota de mercado de vehículos enchufables del 4,8%.
Lógicamente en estas diferencias hay que tener en cuenta muchos factores, como por ejemplo el tamaño del país, el PIB u otros factores que afectan directamente al desarrollo de infraestructuras y a la demanda de vehículos. A pesar de ello, estos datos también demuestran qué países se han puesto más o menos las pilas en materia de movilidad eléctrica y sostenible.